¡Hola a todos!
 |
EL ARTE DE COMER BIEN |
Aunque os parezca extraño, hace unas semanas vino a clase un
profesional con el objetivo de impartir dos seminarios dedicados a la nutrición y dietética. Sinceramente, en
un principio no me gusto la idea, porque no me gusta que me digan lo que tengo
que comer y lo que no, pero después del seminario me di cuenta de que es
necesario un cambio en mi alimentación.
En
mi opinión, los temas que se trataron en las dos horas de seminario fueron muy
interesantes y fructíferos. Una de las cosas que hicimos fue un cuestionario en
el que aparecían hábitos dietéticos positivos y negativos, con el que
evaluaríamos cada uno cómo era nuestra alimentación.
En este cuestionario se podía obtener un total de 28 puntos,
que refleja una buena alimentación. En mi caso, y no fue una sorpresa, obtuve
un total de 10 puntos. Según el
cuestionario esta puntuación significa: “haces muchas cosas mal que con el
tiempo pueden restarte salud”.
Os
diré que este cuestionario me fue útil para darme cuenta de que si seguía así,
podía perjudicar mi salud, por ello, a principios de este mes he intentado
cambiar algunos hábitos y a día de hoy os comentaré que tal me ha ido y si lo
he conseguido.
EL RETO:
Son
muchos los hábitos positivos que no incluía en mi alimentación, sin embargo, he
intentado incorporar tres de ellos:
1.
Comer al menos dos o tres piezas de fruta entera cada día.
 |
FRUTA VARIADA |
Reconozco
que me gusta mucho la fruta pero poca variedad. Por ello me marque el objetivo
de comer dos piezas de fruta cada día; una manzana para desayunar y una pera
para merendar. Sin embargo, he de reconocer que a día de hoy solo he comido
manzana y tampoco lo he hecho todos los días, por lo tanto este objetivo no lo
he cumplido, pero voy a seguir intentándolo.
El motivo por el cual no lo he conseguido
creo que ha sido la falta de tiempo.
 |
Manzana formada por frutas |
Aunque os parezca una tontería, soy una
persona que está constantemente agobiada y siempre tengo muchas cosas en la
cabeza, resultándome difícil incorporar nuevos hábitos, ya que o bien se me
olvida llevarlo a cabo por falta de costumbre o bien pienso que es una pérdida
de tiempo.